Poner a las personas al centro es permitir que las personas aparezcan, pero antes tu has de permitirte aparecer. Si tu no apareces las personas no aparecen. En la medida que te permites aparecer las personas aparecerán,
Es reconocer que, antes que empresario, tu eres persona
El conocimiento, aprecio, cuidado, respeto que tú tienes hacia tu persona es fundamental.
Si tú confías en ti, si conoces tus fortalezas y límites, si reconoces tu infinito valor, si te has reconciliado contigo, con tu historia y tus heridas, si estás consciente de tu talento y haces aquello que te apasiona aún cuando no tengas claro tu propósito.
Es re conectar con tu esencia. Recuperar la autenticidad, la coherencia, la alegría, la creatividad, la transparencia, la naturalidad.
Es dejar tu disfraz y mostrar quien eres de verdad.
La humanización de la empresa empieza en la tuya.