“En las organizaciones tradicionales este anhelo es una contradicción de términos, es como pedir peras al olmo”
Marcial Quintanar
La forma de organización tradicional de mando y control hace imposible que la gente haga por si misma lo que tiene que hacer y cumpla cabalmente su trabajo. Si una persona se ha acostumbrado a tener alguien que le dice que hacer y como hacerlo y siempre tiene quien se haga cargo de supervisar, controlar, y hacerse cargo de resolver los problemas, irremediablemente se vuelve irresponsable.
Rápidamente capta la lección: aquí hay alguien a quien se le paga por pensar, por mandar, por supervisar y tomar decisiones. Yo lo único que tengo quehacer es limitarme a hacer mi trabajo, a seguir lo que se me indica. No tengo que hacer yo el trabajo de los jefes.
“El que paga manda… el que cobra obedece. Si su trabajo es pensar y mandar, el mío es ejecutar y obedecer”
Marcial Quintanar
Al separar unos cuantos que piensan y otros muchos que ejecutan lo que aquellos han pensado, se crean dos clases muy distintas de personas en la organización. Las personas de la base de la pirámide dejan de pensar y decidir, se vuelven meros ejecutores. El organigrama de mando y control propicia la irresponsabilidad de la gran mayoría y deja en unos cuantos la responsabilidad por el futuro y la sustentabilidad de la organización.
Marcial Quintanar
Te invito a explorar la forma como diferentes organizaciones en el mundo han logrado comprometer todo el talento y la pasión de las personas para alcanzar, en equipos autogestionados, resultados espectaculares. En el WIKI podrás encontrar casos y ejemplos concretos.
