El cambio organizacional que tanto estamos buscando arranca y termina con una nueva relación entre las personas. Una Nueva Relación basada en la confianza, la transparencia, la libertad y responsabilidad, la generosidad, el compromiso y la visión de un futuro compartido.
Mientras no cambien las relaciones de supeditación, basadas en la desconfianza y el miedo, herencia maldita del modelo de mando y control, cualquier intento de cambio será tiempo y esfuerzo perdido.
La clave de transformaciones exitosas, como la de Irizar, (caso de estudio de Harvard) radica en la máxima «A las personas no nos gusta que nos cambien, nos gusta cambiar si lo decidimos nosotros, y si tenemos control sobre el proceso y una razonable seguridad.