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Crea relaciones saludables en tu organización

La clave para establecer relaciones sanas consiste en relacionarnos de adulto a adulto. Para que cualquier relación funcione y sea saludable es preciso que ninguna de las partes se sienta manejado por la otra.

En nuestra vida diaria resolvemos nuestros asuntos sin que nadie nos dirija, nos controle o nos supervise. Si nuestra pareja o algún amigo trata de “decirnos” que tenemos que hacer, con quién tenemos que relacionarnos o cómo vestirnos, nos enojamos. No nos gusta que nos controlen.

El veneno que daña las relaciones humanas en el trabajo se llama coacción. Desgraciadamente la mayoría de las organizaciones funcionan según el modelo tradicional de mando y control. Bajo este modelo los jefes, inconscientemente, lo que hacen es coaccionar a sus colaboradores. Los jefes creen que su función es supervisar, controlar, capacitar, administrar, evaluar el rendimiento, incentivar, etc. a sus subordinados.

No se dan cuenta que es precisamente esta forma de ver a “sus subordinados” lo que más lastima su dignidad y auto estima de las personas. Las relaciones entonces se tornan dañinas y afectan a los involucrados y dañan el funcionamiento de la organización

De esta manera personas adultas, acostumbradas a decidir por si mismas y a resolver los obstáculos y dificultades, cuando llegan al trabajo son tratadas como menores de edad. Se ven obligadas a tener un “superior” que les dirigirá y controlará su trabajo.

Es común oír que las personas renuncian al jefe, no a la empresa. Sin embargo, el problema no son los colaboradores ni el jefe. El problema es la relación de dependencia que en automático se establece. El jefe esta para mandar y el subordinado para obedecer.

Pasar de una relación de Padre-hijo a una relación de adulto-adulto, es el primer paso para erradicar la dependencia y la irresponsabilidad que ha generado el modelo de mando y control.

Marcial Quintanar

Afortunadamente, cada vez más, encontramos ejemplos de organizaciones que han descubierto como erradicar la coacción y tratar a las personas como adultos libres y responsables.

La constante que observamos es que a medida en que se devuelve a las personas la libertad y la responsabilidad, estas son capaces de comprometerse cabalmente para bienestar para todos y asegurar el futuro de la organización.

¿Está preparada tu organización para pasar de relaciones de padre-hijo a relaciones de adulto-adulto? ¿Cómo puedes tu ayudar a tu organización a desmontar las viejas prácticas de mando y control que tanto dañan generan?

Aquí vierto mis reflexiones, algunas quizá incompletas o en proceso de maduración. Espero te aporten valor y si me quieres ayudar a pulir y profundizar este post o si requieres más información serán muy bienvenidos tus observaciones y comentarios.

Investigo y difundo nuevas formas de organizar el trabajo existentes en el mundo, para ayudar a quienes quieren, realmente, poner las personas al centro de las organizaciones.

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